ACCESO: desde los respectivos aparcamientos, a pie.
MODALIDAD: coche-paseo
DIFICULTAD: media por el terreno irregular (importante buen calzado)
ELEMENTOS DE INTERÉS: Paisaje, huellas de dinosaurios, acantilados, rastros, arenales salvajes…

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Las rocas del Jurásico empiezan a verse ya en el pedral de Arra, al este de la desembocadura del río Sella (pequeña cala de cantos rodados muy salvaje y muy poco frecuentada, pero con fácil acceso desde la AS-263, a la altura de Collera. Señalizada. El último tramo se hace a pie).

En esta zona podemos visitar también los acantilados de Tomasón, el Infiernu y Palu Verde, zona acantilada muy abrupta (hasta 60 mts. de desnivel) con un Área Recreativa y un sendero. El acceso sería desde la AS-263, a la altura de Collera, y siguiendo las indicaciones para el Pedral de Arra y Acantilados de Tomasón. Las vistas panorámicas que nos ofrece el lugar son impresionantes.

Pero las principales huellas están en el acantilado de Santa Marina sita en la capital riosellana. Comenzaremos la ruta leyendo el panel orientativo situado al final de la playa, para posteriormente caminar por el paseo de la Punta del Pozu donde encontraremos estratos del Jurásico Inferior y huellas de dinosaurio o icnitas. Podemos hacer la visita solos pero lo más aconsejable sería hacerla en compañía de un guía (servicio municipal únicamente en verano). Se llega al mirador y con mucho cuidado bajaremos al pedral. A la izquierda veremos una huella tridáctila. Si avanzamos unos 130 metros por el pedral para poder ver en una pared lisa varios rastros de huellas de dinosaurios cuadrúpedos que cruzan la peña en sentido horizontal.

Se retrocede al aparcamiento para posteriormente desplazarnos en nuestro vehículo hacia el pueblo de Tereñes. La duración estimada del trayecto es de 8 minutos y el recorrido tiene una longitud de 3 km. En esta localidad se pueden ver las más claras icnitas del concejo riosellano. Bajaremos hacia el mar por un camino situado entre hermosos prados y tras cruzar un puente metálico llegaremos al pedral cuyas rocas pertenecen a la Formación Tereñes. Caminando desde ese punto hacia la derecha, en dirección a Punta Covachera, se pueden ver en la roca un gran número de huellas tridáctilas posiblemente marcadas con tiza para su fácil reconocimiento. Siguiendo a la izquierda observaremos en la pared huellas de dinosaurios bípedos y más abajo huellas de cuadrúpedos( manos y pies).

De Tereñes salimos a la carretera N-632 en dirección a la playa de Vega. En el trayecto es recomendable la visita de Torre para poder disfrutar de un fenómeno geológico, el Molín del Arcu, un puente natural de roca que alberga en su interior un molino y el cauce del río Acebo. Ya en la playa de Vega, extenso arenal muy salvaje y con un sistema de dunas, uno de los últimos que existe en Asturias, podremos observar en el extremo oriente del arenal algunas huellas de un pequeño dinosaurio bípedo.

Para hacer extensiva la ruta a otros lugares de interés paisajístico, continuaremos por la N-632 hasta Prado para desviarnos a la derecha y llegar al Arenal de Morís que, como su propio nombre indica, es un extenso arenal que ofrece un marco incomparable entre verdes praderías.